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Publicado el 28 Octubre, 2014

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La flota de la Volvo Ocean Race, entre el anticiclón y la poca comida

En las 17 jornadas que han transcurrido desde la salida del puerto de Alicante hasta este martes -los barcos se encuentran frente a la costa brasileña de Río de Janeiro, buscando los mejores vientos en su rumbo a Ciudad del Cabo.  Los días de navegación comienzan a pesar y la calma en el viento además de desesperar a los tripulantes provoca un retraso de dos días: hay que racionar la comida.

Los barcos se encuentra en estos momentos navegando en el extremo occidental de los Alisios, y el comentario generalizado entre las tripulaciones es que por fin pueden establecer una rutina de trabajo y descanso,, navegando hacia el Sur, a lo largo de la costa brasileña, siendo Mapfre el equipo más cercano a tierra, que se ha llegado a aproximar a 44 millas náuticas de tierra.

Hasta hoy todos han intentado arañar terreno, por pequeño que fuera, con constantes maniobras, mientras superaban los hitos geográficos y meteorológicos de esta etapa: el Mediterráneo, la costa africana, las islas de Cabo Verde, los doldrums o calmas ecuatoriales, Fernando de Noronha, y ahora, por fin, mar abierto hasta la próxima escala, Ciudad del Cabo.Captura de pantalla 2014-10-28 a las 9.31.02

Aunque los yates están disfrutando de la rutina de navegar sin maniobrar demasiado, y de un ritmo de guardias estable (en tanto en cuanto no te saquen a gritos de tu litera para un cambio de velas), todos saben que esto podría cambiar. No es tan fácil como apuntar y disparar.

Por delante tienen una alta presión, la de Santa Helena, que se contrae y expande como un chicle. Comenzarán a notar sus efectos en un par de días. Existe la opción de intentar ir más al Sur y engancharse a un sistema de baja presión (más viento) que se forma frente a Rio de Janeiro. Esto implicaría navegar más millas pero también poder navegar más rápido en la siguiente baja presión hacia el Este.

La otra opción es navegar menos distancia, pero con el riesgo de acabar atrapado en el anticiclón de Santa Helena. No es fácil. Esto podría provocar, incluso, que todo comenzara de nuevo si los líderes ralentizan su ritmo y la flota se comprime, de lo que aquellos son conscientes.

Simon Fisher, navegante del Abu Dhabi Ocean Racing, es un laberinto de líneas de colores todas las cuales acaban en Ciudad del Cabo. Más de quince posibilidades. “Y no seguimos ninguna de ellas”, ríe el inglés. “El modelo meteorológico no ha acertado demasiado así que simplemente vamos a seguir hacia el Sur”.

A bordo de Team Brunel, su reportero a bordo Stefan Coopers informa de que el equipo está comenzando a considerar racionar la comida. Llevan existencias para 24 días, y calculan que la etapa acabará durando 26.

FUENTE: El semanal digital/Sport

Esteban Gómez U.- Periodista

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